viernes, 10 de agosto de 2018

MATERIALES UNIDAD I

LA ECONOMÍA UNA CIENCIA SOCIAL



BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA OBLIGATORIA

Libro:  Economía para No Economistas. Montevideo. 2ª. Edición. Facultad de Ciencias Sociales. Udelar. 2000.


DUTRA, Gustavo. Ficha de ECONOMÍA 1 y 2. pp. 3-17. Cátedra de Economía. Escuela de Administración (EDA)- Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA)Universidad de la Reública. (UDELAR). www.ccee.edu.uy/ensenian/cateco1/eda.htm#mater)


REPARTIDO N° 1

ALGUNAS DEFINICIONES DE ECONOMÍA


          El término economía es una expresión que proviene del latín “economía”, y a su vez éste proviene del griego “oikos”, que significa casa-hogar y “nomos” administración, en pocas palabras era para ellos, la “administración de una casa u hogar”. Haciendo un poco de historia sobre la ciencia económica, se debe remontar a los años 430-355 AC, cuando Jenofonte titula su obra “oikonomikos”, y en ella por primera vez se da una aproximación global que es la ciencia económica.
          Para Adam Smith en 1776 en su obra Riqueza de las Naciones define a: la Economía política “La Economía política, considerada como una rama de la ciencia del estadista o del legislador, se propone dos objetivos diferentes: el primero, proporcionar a la gente ingresos abundantes o medios de subsistencia, o mejor dicho, capacitarles para que se provean por sí mismos de tales ingresos o medios de subsistencia; y el segundo, proveer al Estado o a la comunidad de ingresos suficientes para los servicios públicos. Se propone enriquecer tanto al pueblo como al soberano”.
          Según a juicio de J. Stuart Mill, en 1844 la Economía es: “…la ciencia que describe las leyes de aquellos fenómenos de la sociedad que se originan en las operaciones continuadas de la humanidad para la producción y distribución de la riqueza en la medida en la que esos fenómenos no quedan modificados por la persecución de otro objeto”.
Y en su obra Principios de Economía política, en 1848, afirma que: “Los que escriben sobre Economía política declaran enseñar, o investigar, la naturaleza de la riqueza, y las leyes de su producción y distribución, incluyendo, directamente o en forma remota, la actuación de todas las causas por las que la situación de la humanidad, o de cualquier sociedad de seres humanos, se hace próspera o al revés, con respecto a este objetivo universal de los deseos humanos. No se quiere con ello decir que cualquier tratado de Economía política puede discutir o aun enumerar todas esas cosas; pero se propone exponer todo aquello que se conoce sobre las leyes y principios por los que se rigen”.
          Alfred Marshall, comienza la primera edición de sus principios de Economía en 1890 con la siguiente frase: “La Economía política o Economía es un estudio de las acciones del hombre en las actividades ordinarias de la vida; se interesa por la forma en que obtiene su renta y cómo la usa”. Y después más adelante continua ampliando esa definición afirmando que la Economía, “Examina aquella parte de la acción individual y social que se relaciona más de cerca con la obtención y el empleo de los requisitos materiales del bienestar” (Marshall, 1890, p.1).
En este mismo sentido y algo más completa su mirada sobre los alcances de la Economía en 1930 Marshall llego a definirla como aquella ciencia social que realiza: “…un estudio de la humanidad en las ocupaciones ordinarias de la vida y examina aquella parte de la acción individual y social que pueda tener más estrecha conexión con la obtención y el uso de los artículos materiales para el bienestar”.
          Una definición algo similar a la de Marshall es la de Sidgwick cuando sostiene que: “La economía se relaciona con el aspecto social [...] de las actividades humanas que se dirigen a la producción, apropiación y uso de los medios materiales que satisfacen los deseos humanos, en la medida en que esos medios son susceptibles de ser intercambiados” (Sidgwick, 1883).
          En cambio para Lionel Robbins un ingles destacadísimo en los negocios, de una cultura muy amplia, llego ser presidente del Financial Times y estuvo vinculado a la National Gallery y a la Royal Opera House de Londres; logro concluir en una definición alternativa de nuestra ciencia y que en la actualidad viene siendo muy utilizada. En su Ensayo sobre la Naturaleza y la Importancia de la Ciencia Económica (1932) Robbins propuso la siguiente definición: “La Economía es la ciencia que estudia el comportamiento humano como una relación entre fines y medios escasos, susceptibles de empleos alternativos”. (Robbins, 1932, p. 16).
          Y para ir concluyendo es importante ofrecer a continuación la definición de Economía que recoge en uno de los manuales más utilizados por los alumnos, el de Samuelson y Nordhaus (1996).          Para estos autores: “La Economía es el estudio de la manera en que las sociedades utilizan los recursos escasos para producir mercancías valiosas y distribuirlas entre los diferentes individuos” (Samuelson y Nordhaus, 1996, p. 4,).
Como muy bien sabemos la Economía se ha dividido en dos grandes ramas, por un lado la Microeconomía la cual “…se ocupa actualmente de la conducta de entidades individuales como los mercados, las empresas y las economías domésticas” (Samuelson y Nordhaus, 1996, p. 5) y la Macroeconomía, que tiene su objeto de estudio en “el funcionamiento global” (Samuelson y Nordhaus, 1996, p. 5) de los fenómenos económicos.



REPARTIDO N° 2

LOS DISTINTOS TIPOS DE BIENES

          Como muy bien sabemos todos los seres humanos debemos satisfacer nuestras necesidades consumiendo bienes y servicios. Cuando consumimos bienes sabemos que los mismos son materiales ejemplos de ellos pueden ser una fruta, vestimenta, algún electrodoméstico, mientras los segundos son inmateriales como suelen ser la educación, asistencia médica, pero ambas categorías suelen ser considerados por los economistas como bienes en el sentido más amplio.

1. Según su grado de ESCASEZ, pueden ser:
• bienes libres o
• económicos

          Se denominan libres los que son ilimitados y, por ello, están disponibles de forma gratuita para todos, por ejemplo, el aire o la luz del Sol. 

          Son económicos todos aquellos que son escasos y, por tanto, tienen un precio.

2. Según su NATURALEZA se distinguen:
• bienes de consumo  y
• bienes de capital.

          Bienes de consumo son los que se dedican directamente a satisfacer una determinada necesidad, como la mermelada o una lavadora. A su vez, éstos se clasifican en: bienes de consumo duraderos, que permiten un uso prolongado en el tiempo, por ejemplo, un televisor y bienes de consumo perecederos, que desaparecen una vez consumidos (una manzana).

          Los bienes de capital, también conocidos como bienes de producción, sirven para obtener otros bienes (por ejemplo, un telar). Se puede dar el caso de que un mismo bien sea de consumo o de producción según el uso que se le de. Así, un martillo en la casa de una familia cualquiera es un bien de consumo mientras que, en una carpintería, sería un bien de producción, pues se utiliza para hacer muebles.

3. Según su FUNCIÓN hablamos de:
• bienes intermedios y
• bienes finales

          Los bienes intermedios son los que se emplean para ser transformados o incorporados a la producción de otros bienes mientras que,
          Los bienes finales son aquellos que ya son aptos para el consumo. Por ejemplo, una plancha de madera es un bien intermedio que se emplea para producir una mesa (bien final). Sin embargo, la línea que distingue los bienes intermedios de los finales puede ser difusa, porque existen bienes que son intermedios para unas empresas, mientras que son bienes finales para otras. Por ejemplo, la seda es un bien final para una empresa especializada en la producción de telas, sin embargo, para una empresa que fabrica ropa, es un bien intermedio, ya que necesita ser transformado antes de convertirse en el bien final de una camisa.

4. Según el ACCESO A LOS BIENES pueden ser:
• públicos o
• privados

          Son bienes públicos aquellos donde ninguna persona es excluida de su utilización (parques, plazas, bibliotecas, playas de la costa uruguaya…).
          Los privados los de uso particular (mi moto,  bicicleta, auto,...).

5. Según LA RELACIÓN que TIENEN DOS BIENES ENTRE SI pueden ser:
• bienes sustitutivos, que son los que cubren una misma necesidad, es decir, si se consume uno no es preciso consumir el otro (lentes de armazón y lentes de contacto); y
• bienes complementarios, aquellos que deben utilizarse conjuntamente para satisfacer determinada necesidad (un auto y el combustible, moto y nafta-aceite).



REPARTIDO N° 3


“LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO, DESDE LA CONSOLIDACIÓN DEL

SISTEMA CAPITALISTA, A NUESTROS DÍAS” 1


1- El material que está bajo este título, fue seleccionado del Trabajo del coordinador Gustavo Dutra de la ficha de ECONOMÍA pp. 6-13, de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración-Escuela de Administración.


Los autores clásicos

Sobre el siglo XVIII, especialmente en las Islas Británicas, surgen autores importantes que estructuran múltiples ideas. Adam Smith (1723-1790), de nacionalidad escocés, aparece en el tiempo de la revolución industrial incipiente, escribe en 1776: "Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones".
El es un exponente de lo que luego se denominó los autores clásicos, que sostenían la capacidad del mercado para lograr los equilibrios y buenos funcionamientos. El mercado es un mecanismo que se autorregula, y el sistema de precios organiza el comportamiento de los individuos de forma automática. Asociado a esto, se concibe que el rol del estado en la sociedad y en la economía debe limitarse a su función de juez y gendarme.
De esa forma para los clásicos, todos los mercados operando libremente convergen al equilibrio, es decir la oferta iguala la demanda, no produciéndose de esa forma desfasajes en la producción y en el consumo de bienes, ni en la oferta ni demanda de factores (capital y trabajo (no habría capacidad ociosa ni desempleo).
En ese entorno de carácter armonioso, que se concibe entre el interés público y privado, no existe en la concepción clásica la idea de crisis del sistema económico capitalista.
Smith, precursor del liberalismo económico, sintetizado en el “dejar hacer, dejar pasar” sostenía que en la medida que los individuos actúan con una lógica de racionalidad propia, si nada interfiere en el libre juego de la oferta y de demanda de los mercados llegarían al óptimo individual y de la sociedad toda. Asume la existencia de una “mano invisible”, que ubicaría todo en su correcto y óptimo lugar, guiados por esa racionalidad, siempre y cuando los mercados operen libremente.
A nivel comercial, Smith postula que el comercio entre los países se dará por las ventajas absolutas (ver razones del comercio internacional), es decir los países comercializarán y se especializarán en aquellos bienes que dado su dotación de recursos produzcan más baratos.
Posteriormente, quien retoma los aportes de Smith y los profundiza fuertemente es el inglés David Ricardo (1772-1823) , quien teoriza en el auge del capitalismo, del poderío marítimo inglés, de las comunicaciones y de la peculiar posición imperial de Inglaterra. Hegemonía inglesa en lo comercial, en lo político, en lo comercial, en lo tecnológico, en lo financiero, en lo militar etc. que perduró hasta luego de la primera guerra mundial (1919) en que ya afloraba como potencia mundial los Estados Unidos de América, desplazando a Inglaterra de esa hegemonía.
Ricardo teoriza sobre cómo se dan los procesos de distribución del producto entre las distintas clases sociales, partiendo de suposiciones, tales como el pleno empleo de los factores y la no existencia de crisis. Para los clásicos la idea de equilibrio de los mercados es fundamental, y por ende el rol del Estado debería ser de juez y gendarme.
Este autor establece la teoría objetiva del valor, sosteniendo que el valor de los bienes se determina por el cociente entre las horas de trabajo incorporadas a ese bien y la cantidad producida, determinada en las peores condiciones de producción. Es decir, el bien vale la cantidad de horas que insume su producción, valuadas en las peores condiciones de producción.
Ricardo no aborda el tema del origen del sistema capitalista. En lo que hace a su evolución, pronostica la llegada a un estado estacionario, que implica el máximo nivel de producción posible y a no ser que se levantaran ciertos supuestos, la sociedad se repetía en el tiempo idénticamente período a período. Basado en que la expansión del sistema económico era función del incremento de la población, en la medida que esta aumentaba, se requería mayor cantidad de alimentos para satisfacer ese aumento de la población. Ello provocaría que se necesitaría más trabajo para producir los alimentos (por ejemplo por utilizar calidades de tierra de inferior calidad) subirían los costos de producción, implicando un descenso en los beneficios. En perspectiva, se repetiría este fenómeno, a tal punto que no se tornaría atractivo realizar inversiones adicionales, por lo que se llegaría al estado estacionario, en donde sólo se invertiría para reponer el desgaste del año anterior.
No hay entonces crisis del sistema económico, simplemente se llegaría a un estadio de la sociedad, en donde con ocupación plena de factores productivos no es posible incrementar la producción, repitiéndose período a período la producción y su distribución.
Es de señalar que para este autor (al igual que todos los clásicos) no existe la posibilidad de un desenlace por fuera de la lógica del sistema capitalista.
A nivel comercial, Ricardo niega las ventajas absolutas postulados por Smith, y sostiene que el comercio entre los países se dará por las ventajas comparativas, (ver razones del comercio internacional) es decir los países comercializarán y especializarán en aquellos bienes en que comparativamente sean más baratos.

Las razones del comercio internacional

¿Cuáles son las razones, por las que se genera el comercio internacional?
En forma intuitiva, parece razonable pensar que por cuestiones análogas a las que explican los intercambios entre las personas. Es decir, para poder consumir o disfrutar de un adecuado conjunto de bienes y servicios, las sociedades humanas conocen las ventajas de la especialización y el intercambio respecto las opciones de autosuficiencia. Por lo tanto, lo primero sería comparar a nivel internacional las alternativas de la especialización sumado al más libre comercio frente a la autarquía (que es como se denomina en economía internacional al modelo o la situación de autosuficiencia o autoabastecimiento).
Una de las primeras razones para explicar los intercambios interpersonales o internacionales está en las diferencias en las capacidades o habilidades de las personas o de los países. De esa manera, se trata de obtener ventajas de esas diferencias induciendo a cada persona o país a especializarse en producir aquello que es capaz de hacer en mejor forma, o sea producir aquellos bienes o productos en lo que tienen alguna ventaja. Lógicamente, luego se intercambian las respectivas producciones a fin de que todas las partes implicadas puedan consumir o disfrutar de la amplia gama de bienes y de servicios que las todo nosotros apreciamos y valoramos. Sin embargo, existen algunas sutilezas en lo referido a cuales diferencias o a cuales ventajas son las que explican los intercambios internacionales. De esa forma, analizaremos, el papel central de las ventajas comparativas, sus límites, la distribución de las ganancias derivadas del intercambio comercial y las explicaciones de esas ventajas comparativas.
Una segunda razón para inducir a la especialización y el intercambio, es el hecho de que a veces se torna más eficiente concentrar la producción en un lugar y/o empresa. Si cada uno de nosotros, tuviese que producirse todos los bienes, hacerse su propio pan, confeccionarse sus vestimentas, sus televisores, automóviles etc. sería un mecanismo mucho más caro tanto individualmente como para la sociedad en su conjunto, comparado con adquirirlos en los establecimientos especializados que hacen el de todos. No sólo se trata de que unas personas tengan una habilidad especial en fabricar los productos (pan, televisores etc.) sino que la maquinaria, instalaciones y la tecnología utilizadas para producir esos bienes, permiten producirlos de forma más barata si se utilizan a gran escala. Esa reducción del costo unitario del producto, que se obtiene cuando el nivel de producción es elevado se conoce como la obtención de economías de escala. Otra razón adicional que explica los intercambios comerciales es la diferenciación de productos. Las personas gustan elegir entre una amplia gama de productos o de consumir también una amplia variedad de productos. Claro está, que no siempre es posible o rentable que un mercado reducido ofrezca una gran variedad de productos. Es a través del comercio internacional que el consumidor de un país tenga acceso a las variedades de otros países. Las economías de escala y la diferenciación de productos constituyen una poderosa combinación que explica en gran forma los intercambios internacionales, especialmente para el comercio intraindustrial.

El marxismo

Posteriormente, Karl Marx (1818-1883), filósofo alemán, estudia el sistema capitalista, especialmente el inglés, con su obra “El Capital”. Formula una teoría del valor trabajo, una teoría objetiva, que postula que el valor de los bienes se deriva íntegramente de la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirlos. También, al igual que Ricardo, considera que el valor de los bienes surge del cociente entre la cantidad de horas de trabajo y la producción, pero las horas de trabajo consideradas serían las realizadas en las condiciones medias de producción. Es decir, el valor de los bienes para Marx se compone de la cantidad de trabajo necesario para producirlo, pero en las condiciones medias de producción. Critica a Ricardo en este punto, manifestando que valuar los bienes en las peores condiciones de producción está “premiando” la ineficiencia.
Un concepto clave en Marx es la teoría de la explotación. Marx señala que el beneficio lo obtiene el capitalista al adquirir una mercancía, el trabajo, que puede crear un valor mayor que el de su propia fuerza de trabajo, con lo que este beneficio surge de la explotación de los trabajadores y no mediante la retribución por el alquiler del capital y por su actitud innovadora.
Es decir, durante la jornada de trabajo el trabajador dedica una parte a reproducir el valor de su fuerza de trabajo y el resto es un plusvalor (plusvalía) que es apropiado por el capitalista. De todo el valor generado por el trabajador en su jornada, sólo una parte equivale a su salario y el resto se lo apropia el capitalista. Si el objetivo de este es aumentar sus ganancias, debe bajar la parte remunerada o incrementar la parte no remunerada al trabajador (plusvalía) por ejemplo extendiendo la duración de la jornada de trabajo manteniendo el mismo salario.
Cabe señalar que Marx no considera una situación de pleno empleo en los mercados, tanto en el ámbito de producción como de ocupación de trabajadores. En lo que hace a la evolución del capitalismo, estudia su origen analizando todos los estadios anteriores de la sociedad, previos a la consolidación del sistema capitalista, y plantea un final fuera de la lógica del sistema: las contradicciones internas llevarían a crisis cíclicas cada vez más profundas hasta la ruptura del sistema. Dado que el sistema capitalista funciona en forma “anárquica”, Marx sostiene que el mismo desembocará inexorablemente en crisis periódicas, con fuertes desequilibrios en el empleo, la producción, etc.
En la dinámica de la evolución del sistema capitalista, Marx establece margen tanto para su crecimiento como para su fin. La fuerza impulsora del capitalismo para Marx es la competencia, que hace obligatoria la acumulación de capital. Para poder competir con éxito, los capitalistas deben reducir sus costos de producción y para ello deben constantemente introducir innovaciones. Así, Marx sostiene que muchos productores detectan que pueden producir la misma cantidad de bienes utilizando más máquinas y menos obreros. Si bien, las fuerzas de la competencia requieren que todos los productores “sigan a los líderes” y también efectúen innovaciones, no todos los productores tienen la capacidad para competir. De esa forma, las empresas más débiles van a la bancarrota y son adquiridas por las más fuertes. Las consecuencias de la innovación y la acumulación de capital son dos: en primer lugar, el capital se concentra cada vez más en menos manos, de tal modo que desaparecen las empresas más débiles y en segundo lugar aumentan los desempleados -el ejército industrial de reserva- a medida que los hombres son sustituidos por máquinas.
Paralelamente, el incremento de la acumulación de capital significa una mayor producción potencial de bienes y de servicios, con efectos positivos sobre el bienestar de los habitantes de esa economía. Sin embargo, puesto que la acumulación de capital desplaza a los trabajadores, la consecuencia final es la reducción del número de empleados, de su poder adquisitivo tendiendo a un empobrecimiento progresivo de la población obrera. Es decir el avance tecnológico permite la posibilidad de producir más y mejores productos, pero a su vez sustituye o elimina puestos de trabajo.
En los períodos de prosperidad, los precios son altos, los ingresos se elevan y la plusvalía que reciben los capitalistas también suben. Ello implica que los beneficios son altos, por lo que las perspectivas de los capitalistas son muy optimistas. Según Marx la acumulación de capital se incrementa durante esos períodos a tal punto que con el tiempo la capacidad productiva de la economía tiende a sobrepasar la capacidad de los consumidores para adquirir los artículos, o sea hay un poder adquisitivo inadecuado. Así se produce un desequilibrio, una desproporción entre la oferta de bienes producidos y la demanda de los mismos generándose una crisis, la economía produce más de los que la gente puede adquirir, sobre todo debido a que los capitalistas pagan a los trabajadores menos de lo que vale lo que producen, hay un excedente de producción, caen los precios del os bienes y la tasa de ganancia de los capitalistas, deteniéndose momentáneamente la acumulación de capital
Es ese contexto se produce un proceso de concentración de empresas, desaparece esa superabundancia de bienes mejoran los precios y se inicia un nuevo proceso de acumulación y por ende de generación de empleos. Según Marx, al reiniciarse un nuevo ciclo, hay menos empresas en cada rama de la industria, debido a que las empresas más débiles que no pudieron competir desaparecieron del mercado. Esas crisis se tornan periódicas de acuerdo a Marx de forma tal que cada vez son más profundas y graves, incrementando los desocupados y la pobreza.
Ese empobrecimiento de los obreros asociado a la lógica capitalista de aumentar sus beneficios (aumentando la plusvalía vía una mayor explotación), incrementaría la toma de conciencia y solidaridad de la clase obrera de forma tal que tras un proceso de organización, impondría un nuevo orden económico (la dictadura del proletariado) en que los medios de producción sería propiedad del Estado, eliminado los antagonismos de las clases sociales del sistema capitalista concebido por Marx.

La Escuela Neoclásica

Dentro de los autores de la escuela neoclásica, también denominados “marginalistas”, podemos reconocer como uno de los exponentes más importantes al inglés Alfred Marshall (1842-1924.) Para los neoclásicos, el funcionamiento del sistema de mercado y su papel como asignador de recursos se tornó un tema central. La economía capitalista parecía haber cuidado de sí misma y los sindicatos y conglomerados industriales parecían ser imperfecciones del sistema económico. La determinación de los precios de mercado se volvió el problema fundamental. Basan el funcionamiento del mercado en condiciones de competencia perfecta: libre entrada y salida de oferentes y demandantes, atomicidad, transparencia y homogeneidad, con lo cual el precio lo fija el mercado, es decir, ni las empresas ni los consumidores inciden en el precio de los bienes.
La idea subyacente de un mercado operando en competencia perfecta es que nadie tendría ventajas sobre otros, es decir existiría una igualdad de condiciones para todos: los productores en decidir que producto producir, los consumidores en decidir que productos consumir, etc.
Establecen una teoría subjetiva del valor, donde el valor de los bienes no estaría dado por las horas de trabajo incorporado en su producción, sino que el valor depende de la utilidad que el bien brinda al consumidor. De ahí el carácter subjetivo de la teoría, ya que el valor de los bienes, representa una estimación y/o apreciación subjetiva o sicológica de los sujetos respecto a los satisfactores. Se desprende nítidamente que el valor de los bienes es un concepto con un significado diferente al de los anteriores enfoques en donde significaba algo objetivo, era independiente de la subjetividad de los individuos, como era el caso de los clásicos (Ricardo) y Marx en que el valor se determinaba por el trabajo incorporado en su producción. Así en el actual enfoque se establece una medida de valor subjetivo, pues su magnitud de valor vendrá dada por la utilidad marginal (la utilidad dada por una unidad adicional).
La estimación del valor subjetivo está íntimamente vinculada a la escasez. En efecto dicha apreciación subjetiva varía al ser más o menos escaso el bien, es decir el valor atribuido a consumir una manzana, no es el mismo al atribuido cuando se dispone de tres o de cuatro unidades de ese bien. Cada unidad adicional (en este caso el consumo de una segunda, tercera manzana, etc.) tiene un distinto valor unitario, y es decreciente. La utilidad que ofrece el consumo de una nueva manzana es menor respecto a la anterior, es decir su utilidad marginal es decreciente.
Los neoclásicos, trabajan en el ámbito de agentes representativos, cuyo comportamiento es racional, es decir procurarán alcanzar la mayor satisfacción, el óptimo, en función de sus posibilidades y preferencias.
Es decir que existe para los agentes una función objetivo con un enfoque racional, sujeta a restricciones.
Para los empresarios (quienes producen los bienes y servicios) su objetivo es la maximización de las ganancias, sujeto a restricciones: nivel de inversión, capacidad de producción, mano de obra, técnica, insumos, etc. Para los consumidores plantean una función de utilidad en donde el objetivo es maximizar su utilidad, según sus preferencias y sujeto a restricciones: nivel de ingreso, precios de los bienes.
Es decir los agentes procurarán optimizar sus recursos disponibles en función de la satisfacción de sus necesidades y sus restricciones. Con ese comportamiento, en el marco de un mercado que opera en condiciones de competencia perfecta, los agentes se situarán en el punto óptimo (el de máxima ganancia o satisfacción.)
En el modelo neoclásico, los agentes se situarían en el óptimo de forma tal que los diferentes mercados (de bienes, de trabajo, de dinero), en al medida que los mismos operen sin interferencias del Estado ni de los gremios de empresarios y trabajadores, estarían en equilibrio, esto es la oferta se iguala a la demanda.
No se concibe pues la idea de crisis en la evolución económica, existe una confianza plena a que el mecanismo de ajuste del mercado en la ley de oferta y la demanda, actúa procurando el equilibrio y optimizando la posición de los agentes individualmente y de la sociedad toda en su conjunto.
El estudio del equilibrio de todos los mercados simultáneamente fue analizado con detenimiento por Leon Walras (1834 –1910), dando lugar al enfoque del equilibrio general.
Walras enfocó su estudio de la teoría de la determinación de los precios en un régimen de libre y perfecta competencia, expresado en proposiciones matemáticas que le diesen a la Economía un rango científico comparable a las ciencias físicas.
Su objetivo era probar que los resultados de la libre competencia eran beneficiosos para todos. En su esquema, la competencia perfecta se representaba en una situación en donde los compradores y los vendedores se reunían en una subasta pública, de forma tal que las condiciones de cada cambio fueran públicamente anunciadas y se diera la oportunidad a los vendedores para bajar sus precios y a los compradores para recibir sus ofertas.
El objetivo perseguido por Walras, era la formulación de un modelo en que se diera un equilibrio de todas las actividades en forma interrelacionadas. De esa forma, formula un modelo de ecuaciones simultáneas susceptibles de una solución matemática determinada, es decir el modelo de equilibrio general.

El keynesianismo

Dentro de los economistas más destacados del siglo XX, se encuentra el inglés John Maynard Keynes (1883-1946), cuya obra principal es “Teoría General”, de 1936. Analiza la época de mayor crisis del capitalismo hasta entonces: la gran depresión y la crisis del 29. En ese momento, la economía mundial se encontraba en una fuerte depresión, con grandes contingentes de subocupación de trabajadores y máquinas, lo cual significaba un fuerte cuestionamiento a la teoría clásica. En los Estados Unidos, los ingresos reales disminuyeron en un 40% – 50% y el desempleo alcanzó un 25%, sus sombríos impactos se extendieron a la economía del resto del mundo. La gran depresión duró unos 10 años, parecería que la economía no iba a recuperarse, hasta que surgió la obra de Keynes quien con sus recomendaciones logró reactivar el sistema capitalista.
En esencia, Keynes rechazó que el estado normal de la economía fuese el pleno empleo, y justificó la existencia de equilibrio con desempleo involuntario. Su enfoque constituye un fuerte alegato en contra de los postulados clásicos de Smith y Ricardo: la mano invisible, el rol del Estado como juez y gendarme, el ajuste automático de los mercados, etc.
Retoma el enfoque de demanda de Malthus (1736-1834) en contraposición al enfoque de oferta sostenido por Smith y Ricardo. Sostiene que no se da el pleno empleo de los mercados destacando que en el mismo existen rigideces que impiden un ajuste automático.
Establece la teoría de la demanda de dinero (preferencia por la liquidez), así como la incorporación de una función de inversión y de consumo. La inversión productiva para Keynes era una función inversa a la tasa de interés financiera, de ese modo, si la tasa de interés financiera era relativamente alta, desestimularía la inversión productiva y viceversa. Un elemento importante para Keynes referido a la inversión y la preferencia por la liquidez eran las expectativas.
El consumo para Keynes era una función positiva del ingreso, es decir a mayor ingreso se incrementaría el consumo y viceversa. Esa relación no sería proporcional ya que dependería de la propensión marginal a consumir, esto es cuanto se destina al afectar el consumo cuando varia el nivel de ingreso. Es decir que Keynes asume que no necesariamente una variación del ingreso afectara completamente al consumo, el dinero también se ahorra, y ese ahorro dependía del ingreso y no de la tasa de interés.
Respecto al ingreso, Keynes considera el ingreso disponible, esto es el ingreso neto deducido los impuestos.
La recomendación de política económica era el aumento de la demanda agregada vía el aumento del gasto público y la rebaja de impuestos, así como políticas monetarias expansivas, para lograr el crecimiento y la estabilidad económica. Se ve de esta manera, el importante rol que asignaba al Estado. Es decir, para reactivar la economía, Keynes propone una fuerte intervención del Estado a través del gasto público, y monetarias de forma de administrar la existencia de dinero de forma de activar la economía, incrementar la producción y generar empleos.
Keynes admite la existencia de crisis económicas. La evolución económica para él es función de la intervención del Estado incrementando la demanda efectiva, procurando así estabilizar la economía y lograr el pleno empleo.

Los monetaristas o "neoliberales"

Las ideas keynesianas, que fueron aplicadas desde la posguerra, pierden vigor en los sesenta frente a las ideas monetaristas, cuyo exponente es el estadounidense Milton Friedman (1912). También son conocidos como neoliberales. Se remiten con todo vigor a la ley del mercado, la oferta y demanda son capaces de interactuar entre ellas y determinar los niveles óptimos de funcionamiento. De esta manera, rechazan las políticas keynesianas, rechazando a los instrumentos fiscales para centrar su atención en las políticas monetarias (variaciones en la tasa de crecimiento de la cantidad de dinero, importancia de la tasa de interés, etc.) Admiten una tasa natural de desempleo que depende únicamente de factores reales y que únicamente se puede reducir en el largo plazo.
Friedman, rechaza las relaciones keynesianas de la inversión y del consumo. En efecto, respecto al consumo, sostiene que los individuos ajustan el mismo de acuerdo al ingreso permanente y no el corriente o efectivo y niega que haya una relación estable entre consumo e ingreso así como también rechaza la estabilidad de la relación ingreso – inversión.
Si admite que hay una relación estable entre la tasa de variación de la masa monetaria y las fluctuaciones económicas y la inflación, aunque no puede determinare con exactitud puesto que las variaciones en la cantidad de dinero, se transforman en incrementos de precios por un lado y de producción por otro con retardos temporales.
En este modelo, no hay lugar alguno para el Estado, el mismo es por definición perjudicial para la sociedad y el país, por lo cual debe reducirse a su mínima expresión. El Estado despilfarra recursos, generalmente gasta más de lo que recauda, o sea incurre en déficit presupuestarios y asigna los recursos en forma ineficiente por las presiones que recibe de los distintos grupos sociales (productores rurales, empresarios, exportadores, grupos o partidos políticos, trabajadores etc.).
Del punto de vista monetarista, no deben fijarse metas como la reducción de la tasa de desempleo en el corto plazo, pues depende de factores reales que sólo es posible modificar en el largo plazo. Las autoridades sólo deben proveer la cantidad de dinero para que la economía crezca a una tasa constante, reducir el tamaño del sector público y reducir las regulaciones administrativas, con ello se lograría el óptimo y se beneficiaría la sociedad en su conjunto (aumentaría la inversión, disminuiría la desocupación, etc.).
El enfoque más ortodoxo a esta doctrina se asocia a los procesos de apertura y liberalización comercial y financieras que se han aplicado por ejemplo en los países latinoamericanos desde la década de los setenta. Asociado a ello los diferentes procesos de privatización de empresas públicas implementados en el continente (y en algunos países desarrollados como Inglaterra), que se fortalecieron particularmente desde la década de los 80 con las presidencias de Ronald Reagan en los Estados Unidos y de Margaret Thatcher en el Reino Unido.
En el ámbito mundial, el modelo alcanzó con estos dos presidentes, sin duda uno de los mayores respaldos políticos e ideológicos.
Sus enfoques actuales para la región Latinoamérica se sustentan en las reformas del Estado de segunda generación: liberalizando y flexibilzando el mercado laboral, reformulado los sistemas de seguridad social, de salud, la enseñanza pública educativo etc.

MATERIALES UNIDAD III

CLASES DE MERCADOS Y SU FUNCIONAMIENTO A TRAVÉS DE LA OFERTA Y LA DEMANDA


MATERIAL DE CONSULTA OBLIGATORIA

Capítulo IV. Mercado de Bienes. pp. 71-92.

Capítulo II. El Consumidor. pp. 33-51. 
Libro:  Economía para No Economistas. Montevideo. 2ª. Edición. Facultad de Ciencias Sociales. Udelar. 2000.


REPARTIDO N° 1

MERCADO

          El mercado desde el punto de vista económico debe ser entendido como el contexto en donde dan cita un conjunto de personas y organizaciones que participan de alguna forma en la compra y venta de los bienes y servicios, o en la utilización de los mismos. También es entendido como “un conjunto de compradores y vendedores de un bien y servicio”[1], quienes se ponen de acuerdo a través de los precios para el intercambio. Es importante resaltar que en ese contexto se llevan a cabo las ofertas y las demandas.
          En un mercado perfecto, los precios de los bienes y servicios son fijados por la oferta y la demanda.
          Los mercados se pueden clasificar en una primera instancia según el volumen de las transacciones comerciales, y según el número de participantes que ofertan.
El primer grupo según el volumen de las transacciones encontramos mercados mayoristas, los cuales se caracterizan por el alto volumen de sus ventas y el mercado minorista, debido al bajo volumen de ventas.
La segunda clasificación se realiza teniendo en cuenta según el número de participantes que ofrecen bienes y servicios, de esta manera se puede clasificar en: mercado de competencia perfecta en donde se observan muchos oferentes y demandantes, y por lo tanto ninguno de ellos pueden influir en el funcionamiento principalmente de los precios en el mercado.
          En un mercado oligopólico, hay unos pocos ofertantes de un determinado bien o servicio y  por lo tanto pueden llegan a acuerdos en fijar el precio y las condiciones de venta. Con estos acuerdos se llega a eliminar la competencia entre ellos.
           Mientras en un mercado monopólico, existe un solo ofertante de un bien o servicio, el cual es muy demandado por la población, y por lo tanto fija el precio y las condiciones de ventas del mismo.
           También existen otras clasificaciones de mercados los que están dados según por la regularización de los mismos, o por las transacciones ya sea de bienes o de servicios.
Existen mercados regulados y es en ellos donde el estado ejerce controles y toma decisiones sobre los precios y las condiciones; mientras en un mercado desregulado, el estado no intervine ni ejerce ningún tipo de controles, y por lo tanto el mercado es quien fija los precios, teniendo presente la oferta y la demanda existente.
El mercado que tiene presente las transacciones ya sean de bienes y o servicios, en el primero se compran bienes ya sean productos y mercaderías y en el mercado de servicios solamente se contratan.


[1] AUTORES VARIOS. 2003. Economía para no Economista. Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales. Capítulo 4. Mercado de Bienes http://decon.edu.uy/publica/noec/Cap04.pdf

MATERIALES UNIDAD II

LOS AGENTES ECONÓMICOS 
A TRAVÉS DE LOS SISTEMAS ECONÓMICOS

BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA OBLIGATORIA
Libro: Economía para No Economistas. Montevideo. 2ª. Edición. Facultad de Ciencias Sociales. Udelar. 2000.


REPARTIDO N° 1


LOS AGENTES ECONÓMICOS
ECONOMÍA, 3° SH REFORMULACIÓN 2006
Prof. Horacio Machín



Los agentes económicos según Isaías Covarrubias, en su libro ‘Aprendiendo Economía con Los Simpsons’ los define: “…como todo individuo, empresa u organización que realiza una actividad o una transacción económica, tomando decisiones de acuerdo a los incentivos que tienen y esas decisiones cambian cuando cambia la estructura de incentivos”.[1] 
El consumo, la producción y distribución económica, son actividades humanas en la que intervienen tres tipos de agentes económicos:

1.    Las familias o economías domésticas: son unidades de consumo diarios y son las que toman las decisiones de qué bienes y servicios consumir, para satisfacer mejor sus necesidades, las cuales son ilimitadas. Ellas son además propietarias de los recursos productivos como: el capital, trabajo y recursos naturales.

2.    Las empresas: son unidades destinadas exclusivamente a la producción y distribución de bienes y servicios, para lo cual necesitan contratar factores de producción que les entregan las familias. El objetivo de los empresarios es el de maximizar su beneficio.

3.    El Estado: es el agente económico cuya intervención en la actividad económica es muy compleja. El Estado está formado por las distintas administraciones públicas, tiene como principal objetivo, conseguir el máximo bienestar para el conjunto de la sociedad, tomando decisiones oportunas para las familias cuando les transfiere subsidios de desempleo, pensiones a la vejez, jubilaciones, asignaciones familiares, etc. y a algunas empresas les puede destinar parte de sus ingresos a realizar transferencias sin contrapartida, siempre y cuando dichas empresas brinden bienes y servicios de interés social.
Es el mayor productor de bienes y servicios, tiene la capacidad coactiva para recaudar impuestos a las empresas, como a las familias.  

1- Las familias o economías domésticas

Estas unidades de decisión son preferentemente consumidores, y como tales deciden racionalmente ¿qué y cuánto consumir?
Para ello debemos tener en cuenta que influye en esa toma de decisión de las familias:

·         Las Preferencias: la preferencia dependerá de los gusto de cada persona o familia.
·         Nivel de ingresos: para poder satisfacer la necesidad de un determinado bien o servicio se hace necesario disponer de una renta.

La renta recibe diferentes nombres:

·         Salario: procede del trabajador quien aporto su fuerza de trabajo al empresario
·         Alquiler: si proviene de recursos naturales y/o físicos
·         Interés: que tiene su origen en el capital que ha sido invertido por ejemplo, en una cuenta bancaria.
·         Beneficios: obtenidos por la rentabilidad de las acciones en bolsas de valores.   
Composición de las familias

Empresarios: son quienes organizan y coordinan la actividad productiva para lograr unos objetivos previamente marcados.
Trabajadores: son el elemento humano, que bajo la dirección del empresario participa en el proceso productivo, aportando su trabajo a cambio de un salario, por eso los recursos más importantes de las familias son:
• Mano de obra sin calificar
• Mano de obra calificada
• Formación profesional
Estas unidades se contabiliza en horas-factor, la familia vende a las empresas ‘mercado laboral’, sus horas-factor (mensual, quincenal, semanal, jornalero).
El obrero por su venta de su fuerza de trabajo recibe ingresos monetarios periódicos, dicho dinero obtenido sirve para comprar los bienes necesarios, que ofrecen las empresas y el estado.

2- Las empresas

Surgen como la consecuencia de las actividades económicas. Por eso una empresa puede ser entendida como un conjunto organizado de factores de producción (tierra, trabajo y capital), con el objetivo de producir bienes y servicios, a cambio de un beneficio.
Las empresas son agentes económicos porque realizan una actividad económica, con el objetivo primordial de obtener un beneficio, y para conseguir ese beneficio se necesita de: capital, factor material, y trabajo, factor humano.
Con la suma de ambos factores las empresas realizan una actividad económica, en la que producirá bienes y/o servicios. Por ejemplo una empresa textil que se dedica a la confección de uniformes, debe decidir que tipos de uniformes confeccionará (es para hombres, mujeres, o para estudiantes). Para la confección de los mismos necesitará contratar personal y que tipo de maquinas le brindará más beneficio. Para satisfacer las necesidades de las familias, otras empresas o del Estado.
Por ejemplo las empresas pagarán rentas: suelos o salarios a sus empleados, como contrapartida al trabajo contratado. Como contrapartida al uso del capital, intereses, beneficios, dividendos; y por contrapartida por el uso de la tierra, alquileres o simplemente renta.
Los bienes y servicios producidos por las empresas son ofrecidos a las familias que entregarán a cambio su precio.
Los objetivos de las empresas son:
·         Beneficio empresarial es igual menos costes de producción
·         Maximizar beneficios: el beneficio empresarial viene de la mano de estabilizarse y crecer y para eso se necesita asegurar la clientela en los mercados existentes y después encontrar nuevos clientes.
·         Generar empleo y riqueza en la zona de influencia.
·         Respetar el medio ambiente ya que las empresas tienen mucho poder e influencia sobre el medio en que se desenvuelven, son las principales responsables sociales de la contaminación y de la especulación del suelo.
En cualquier economía del mundo existe un gran número de empresas y de las ramas más variadas, en las que se pueden clasificar en función a:

·         Los sectores de actividad a que se dedican:

1.    Empresas del sector primario
2.    Empresas del sector secundario
3.    Empresas del sector terciario o de los servicios

·         La propiedad de los factores de producción, o personalidad de su propietario:

1.    Empresas privadas
2.    Empresas públicas
3.    Empresas mixtas (cuando la propiedad esta compartida, entre particulares y el Estado)

·         Según la estructura jurídica:

1.    Empresas individuales: cuando tienen un solo propietario, siendo esta persona física o individual.
2.    Empresas societarias: cuando varias personas se asocian poniendo en común los medios de producción, entre ellas el derecho positivo uruguayo reconoce a las siguientes:
      * Sociedades anónimas (SA) Su capital puede ser representado por acciones nominativas o al portador.
      *  Sociedades de Responsabilidad Limitada (srl) Cuyo capital se representa en cuotas sociales nominativas.
      *  Otros tipos societarios menos utilizados son:
ƒ Sociedades Colectivas
ƒ Sociedades en Comandita (simple o por acciones).
ƒ Sociedades de Capital e Industria
ƒ Sociedades de Hecho
ƒ Sociedades Civiles (no comerciales, reguladas por el derecho civil)
ƒ Cooperativas (que tienen regulación especial)

·         Según su tamaño o número de trabajadores

1.    

       Pymes
Pequeñas
2.    Medianas
3.    Grandes
Este tipo de clasificación de las empresas se da, en función al número de sus trabajadores, desde una empresa unipersonal, microempresas hasta 10 trabajadores, pequeñas empresas hasta los 49 empleados y las medianas empresas 50 a 249 trabajadores; todas estas presentadas se denominan Pymes, en cambio las grandes empresas son a partir de los 250 empleados.
   
·         Según su ámbito de actuación

1.    Locales
2.    Nacionales
3.    Multinacionales

3- El Estado

Es un agente muy importante dado por su capacidad de influir en nuestra economía, y lo hace a través de los impuestos, subsidios, etc.
Nuestro sector público está formado por el conjunto de organismos de administración compuesto por diferentes organismos que se clasifican en:
·         Gobierno Central
·         Organismos Públicos
·         Entes Autónomos
El Gobierno Central y los Gobiernos Departamentales
El Estado a través del gobierno tiene una ocupación relativa en lo económico, es supervisor del normal funcionamiento de la economía. Para llevar a cavo las distintas funciones que debe de cumplir, el gobierno debe hacer uso de diversos bienes y algunos de ellos serán adquiridos al comprarlo a las empresas o a las familias.
Los recursos del gobierno son:
• Dinero o tesoro acumulado
• Propiedad de los recursos nacionales
• Alquiler o venta de recursos nacionales
• Ingresos por impuestos (ingresos fiscales)
• Rentabilidad de las empresas públicas
• Capacidad de endeudamiento a nivel nacional e internacional
• Capacidad de emitir dinero.

Según el papel que desempeña el Estado en la economía varía según al sistema económico al que pertenece (libre, mixto, centralizado).
Todo Estado elabora las leyes, regula la actividad económica, recauda impuestos, consume bienes y servicios, incentiva al sector privado mediante ayudas y subvenciones, presta servicios públicos (educación, sanidad, seguridad, suministro de agua potable, etc.) y crea empresas en sectores estratégicos, telecomunicaciones, energía, sistema financiero.





[1] Covarrubias, Isaías. 2005. Aprendiendo Economía con Los Simpsons. p. 5. Disponible en http://www.eumed.net/libros-gratis/2011c/1000/indice.htm (Consultado 05-05-2013 Hora 23:58)



REPARTIDO N° 2


MACROECONOMÍA Y MICROECONOMÍA
ECONOMÍA, 3º AÑO de Bachillerato Ref. 2006
Profesor: Horacio Machín


MACROECONOMÍA

Es la rama de la economía que se dedica estudiar el funcionamiento y el comportamiento de la economía en su conjunto, con el objetivo de obtener una visión simplificada del sistema económico. 
También puede ser entendida, como el estudio de las consecuencias globales de las distintas acciones que han generado los individuos, las empresas, los consumidores, los trabajadores y el gobierno.
En ese estudio global que realiza la macroeconomía, se deja de lado el estudio de las acciones de determinados individuos o empresas, y se toma en cuenta la tendencia en las acciones de todos en conjunto. 
Algunos ejemplos de estudio de la macroeconomía pueden ser: 
• como una suba de los impuestos afecta al consumo, 
• como una devaluación de la moneda afecta a la balanza comercial, 
• la relación que existe entre inflación y paro, etc. 
La macroeconomía moderna así como la conocemos en el presente, surgió en la década de 1930, en tiempos de la Gran Depresión ocasionada por la crisis económica del ´29, en la que hubo un fuerte estancamiento de las actividades productivas y un muy elevado nivel de desempleo. Esto llevo a cuestionarse y ponerse en debate, si la economía de mercado podría funcionar en forma apropiada y con el aporte de la Teoría General de John Maynard Keynes pone de manifiesto el análisis macroeconómico de la economía liberal. 
En ese proceso de toma de decisiones, el gobierno de un país es el que debe de intervenir en dicha acción para hacer algo con respecto al alto índice de desempleo y la inflación. A esto se le denomina política macroeconómica, la cual consiste en tomar medidas gubernamentales con el objetivo de influir en su conjunto, y para ello se debe de plantear objetivos: 
1. Elevar el nivel de producción
2. Disminuir el desempleo
3. Controlar la inflación
Para poder alcanzar estos objetivo la política macroeconómica se basa en los siguientes instrumentos:
1. Política Fiscal
2. Política Monetaria
3. Política Cambiaria
4. Política de Ingresos  
En términos macroeconómicos existen varios indicadores que se deben de tomar en cuenta, entre ellos están: la inflación, el desempleo, el crecimiento y la inversión; éstos cuatro indicadores son claves para que cualquier economía funcione correctamente. 
Tasa de inflación: Es la tasa porcentual que mide el aumento del nivel general de precios  de la economía a lo largo de un período de tiempo especifico. Para calcular esa tasa de inflación usamos el IPC. El IPC mide los precios al menudeo de una canasta básica fija de varios miles de bienes y servicios que compran las familias.
Tasa de desempleo: Porcentaje de la población activa o laboral que no tiene empleo,  pero se encuentra  buscando trabajo activamente y que no ha sido despedido en forma temporal y que mantienen la esperanza de ser contratado en forma inmediata. 
Tasa de crecimiento: Tasa porcentual de aumento del PNB real a lo largo de un período de tiempo especifico, teniendo en cuenta la inflación.
También se deben de tomar en cuenta otros indicadores como el PBI y el PNB, ya abordados anteriormente, los cuales juegan un papel importantísimo en toda economía.

MICROECONOMÍA

Es una rama de la economía, que estudia el comportamiento o las decisiones que toman las pequeñas unidades de decisión como pueden ser: los individuales, las familias, los consumidores, las empresas, así como también el comportamiento de los mercados de bienes y servicios. 
Se considera a la microeconomía como el estudio de la asignación de recursos escasos, entre finalidades alternativas.
Algunos grandes teóricos que realizaron grandes aportes a la microeconomía han sido Alfred Marshall, León Walras, Jevons y Menger.          El objeto de estudio de la microeconomía es en general individuos, familias y empresas, centrándose en los precios y cantidades producidas en mercados específicos y la manera en que los mismos asignan recursos escasos a los múltiples usos posibles.
A la microeconomía le interesa analizar a diferentes organizaciones, el mercado, a la competencia perfecta, monopolio, oligopolio, a los diferentes tipos de impuestos, que se aplican en las economías y como estos repercuten en los agentes económicos. 
También se enfoca al estudio de: 
• como el comercio minorista vio afectado por la instalación de los Shoppings, 
• como afecta el avance de los Hipermercados a los pequeños comerciantes ya sea a los almaceneros, carniceros, panaderos, ferreteros, etc. 
• Como la suba del impuesto sobre el tabaco afecta a su consumo, 
• como el impuesto a la renta generó la subida de los alquileres y como eso afecta además al mercado de la vivienda, etc.
A continuación se presenta el Diagrama de flujo circular, el cual es un modelo representativo que nos permite ver como interactúan las pequeñas unidades de decisión, ya que para facilitar su comprensión se ha prescindido del Sector Público y del Sector Exterior. Esta simplificación no altera la esencia del modelo.




Los hogares poseen los factores de producción como pueden ser el trabajo, la tierra, capital y rentas, que venden a las empresas para que éstas puedan desarrollar su actividad.
Mientras tanto las empresas fabrican bienes y ofrecen servicios los cuales son demandados por los hogares. 
Estos agentes económicos los hogares y las empresas interactúan en dos tipos de mercados: el mercado de bienes y servicios los hogares son demandantes y las empresas son oferentes y el mercado de factores de producción las empresas son demandantes mientras que los hogares son los oferentes.


REPARTIDO N° 3



REPARTIDO N° 4

MODELOS ECONÓMICOS EN LATINOAMÉRICA,
(Desde la colonia hasta hoy)

ACTIVIDAD DOMICILIARIA
(de carácter individual)
  • Leer atentamente el siguiente texto y responder las siguientes preguntas utilizando además otros materiales vinculados con lo que se solicita.

1- ¿Cuáles son las vinculaciones que se pueden encontrar entre el modelo exportador de Andy Thorpe y Alonso Aguilar Ibarra, en el trabajo titulado "Los modelos económicos de utilización de recursos naturales en Latinoamérica", con el nuevo modelo económico neoliberal ?
2- Analice el modelo ISI y vincúlelo con el "impulso industrial" del Neobatllismo.

3- Teniendo presente las características del nuevo modelo económico neoliberal que se viene aplicando desde los ochenta en toda América Latina ¿cómo se viene instrumentando ese modelo económico en el Uruguay?
Debe fundamentar la pregunta citando casos o ejemplos de políticas realizadas por los distintos gobiernos uruguayos.


Andy Thorpe y Alonso Aguilar Ibarra. Los modelos económicos de utilización de recursos naturales en Latinoamérica. Ensayos de Economía (EDeE). No. 36. JUNIO DE 2010. pp. 127-142.

LOS “VIEJOS” MODELOS ECONÓMICOS

Desde el punto de vista histórico, se puede considerar que la utilización de recursos naturales en Latinoamérica ha pasado por tres modelos distintos: el exportador (de la época colonial a principios del siglo veinte), la sustitución de importaciones (casi todo el siglo veinte) y el nuevo modelo económico o neoliberalismo (desde finales del siglo veinte).

El modelo exportador

El primer modelo, el exportador, fue implantado en la región desde el tiempo colonial y permaneció en muchos países hasta mediados del siglo veinte. El origen de este modelo tuvo lugar durante la etapa colonial, durante la cual los metales preciosos fueron extraídos de muchos países latinoamericanos. Tal modelo fue impulsado por tres factores externos (pero inter-relacionados), apoyado en muchos casos con políticas nacionales: la revolución industrial, la expansión agrícola y el transporte.

a) La revolución industrial. Comenzando en el Reino Unido alrededor de 1780, la revolución introdujo nuevas técnicas de producción en las industrias textiles, mientras que mejoras en la producción de hierro/acero y las innovaciones en la generación de poder (vapor y después electricidad), ayudaron a expandir la capacidad productiva en los poderes industriales emergentes (PIE). Esta revolución tiene dos consecuencias importantes para América Latina. Primero, el crecimiento en la capacidad productiva estimuló la demanda de recursos agotables, especialmente de minerales como hierro, estaño o cobre. Ésta era una demanda que los PIE no podían satisfacer con la explotación de sus minas nacionales. Por lo tanto, se abren oportunidades o afianzamiento del colonialismo para que los países con tales recursos pudieran beneficiarse a través del comercio internacional. En Bolivia por ejemplo, las exportaciones de estaño crecieron de 3,750 toneladas métricas en 1897 hasta 44,590 toneladas métricas en 1913.
Segundo, las ganancias en la productividad industrial permitieron una baja en los costos de la producción final industrial y, como la revolución tecnológica no se difundió a la producción minera o agrícola en América Latina sino después del siglo diecinueve, los precios de sus productos subieron por la creciente demanda. Por lo tanto, los términos netos de intercambio comercial mejoraron para la región a lo largo de la mayor parte del siglo dieciocho (Schneider, 1981), permitiendo un incremento en la capacidad de importación, por lo que aumentaron los ingresos por aranceles, cerrando así la brecha fiscal en varios países.

b) La expansión agrícola. El estímulo agrícola para la región viene por dos lados. Primero, para reforzar el proceso industrial, los PIE cambiaron su política de comercio. Liderado por el Reino Unido, de los 1850s en adelante, se derogaron los aranceles designados a proteger los productores nacionales de la competencia internacional en favor de permitir la entrada de productos agrícolas provenientes de clima templado pero más baratos, con el objetivo de bajar los costos laborales y, a través de eso, reducir todavía más los precios de los bienes industriales. Argentina fue uno de los principales beneficiaros de esta política, expandiendo su producción de maíz desde 1.6 millones de hectáreas en 1894 hasta 6.6 millones de hectáreas en 1914, volviendo a ser una de las doce naciones más ricas en el mundo en los años 1920s.
Segundo, la industrialización en los PIE se refleja en el crecimiento del PIB per cápita y por una demanda creciente por nuevos productos agrícolas tropicales – entre los cuales podemos destacar el café. Las exportaciones colombianas de café, por ejemplo, crecieron de 23,000 sacos en 1845 a 1.1 millones de sacos en 1915, aunque es cierto que la mayor importancia de las exportaciones de café se efectuaron en el siglo veinte.

c) El transporte y la conservación de alimentos. El tercer estimulo fue el desarrollo de nuevos métodos de transporte así como formas de preservar los alimentos. El ferrocarril, los buques de vapor y la invención de la refrigeración ayudaron a sacar cantidades más grandes de recursos de la región, con menos costos y con menos pérdidas del producto durante la transportación.
Sin el ferrocarril y la refrigeración en los barcos, las exportaciones de plátano desde Costa Rica no hubieran ascendido desde casi 111 mil racimos en 1883 hasta poco más de dos millones de racimos, lo que lo convirtió en el segundo exportador mundial de plátano para 1898. En México, por ejemplo, el ferrocarril creció de 472 Km. en 1873 a 19,205 Km. en 1910, lo que fue clave para reducir los costos de transporte (el costo de llevar una tonelada de algodón entre Querétaro y la Ciudad de México bajó de 61 pesos en 1861 a tres pesos en 1910).
A estos tres puntos se debe agregar el hecho que, en muchos países, las élites nacionales elevaron su perfil exportador a través de políticas nacionales dirigidas al apoyo del crecimiento del sectorUn caso puntual fue Honduras en 1913, cuando el gobierno entregó 162,000 hectáreas concesionadas al United Fruit Company para cultivar plátano a cambio de la promesa de construir vías férreas en la costa norte del país.
Finalmente hay que señalar tres cosas. Primero, de acuerdo con Bulmer-Thomas (1994), el modelo exportador se consolidó a través de la región –las exportaciones registraron incrementos entre 137 por ciento (Honduras) hasta más de 3,900 por ciento (Argentina) entre 1850 y 1913, o sea entre 2.2 y 63 por ciento en promedio por año. Segundo, el portafolio de exportaciones era dependiente de la extracción de recursos no renovables (los casos de Chile y Bolivia) o de la explotación de los suelos (Costa Rica y Venezuela). Además fue muy concentrado: los dos principales rubros de exportación contribuyeron más de tres cuartas partes de las exportaciones en la mitad de los países (hasta 96 por ciento en El Salvador). Tercero, la innovación tecnológica (especialmente en el sector minero) y los avances en el transporte ayudaron a abaratar el costo de suministrar los productos primarios y eso, frente a una baja elasticidad ingreso de la demanda por tales bienes, causaría un deterioro en los términos netos del intercambio comercial a través del tiempo. Este fenómeno fue notado en el caso de América Latina entre 1870 y 1930 por dos economistas – Hans Singer y Raúl Prebisch – y fue el eje fundamental para que la CEPAL propusiera en ese momento una nueva estrategia de desarrollo (ver siguiente sección), la cual tuvo menos énfasis en extraer y exportar los recursos naturales de la región.

El modelo de sustitución de importaciones

El segundo modelo es la estrategia de sustitución de las importaciones, la cual intentó reducir la dependencia en mercados externos a través del propio desarrollo de la producción de bienes industrializados con destino final al mercado interno. No obstante, este modelo tiene un origen externo, ya que la Gran Depresión de 1929-1931, así como el crecimiento en la protección arancelaria por parte de los países industrializados, aunado a la Segunda Guerra Mundial, cortó las redes internacionales de comercio, lo que llevó a la CEPAL y a los gobiernos de la región a buscar un nuevo modelo más acorde con las necesidades latinoamericanas. En esta fase entonces, las políticas nacionales (especialmente después de los años cincuenta) jugaron un papel más importante en fomentar caminos propios de desarrollo. Entre las políticas generalmente aplicadas podemos destacar las tarifas y barreras no arancelarias para prevenir importaciones seleccionadas y así excluir bienes que pudieran competir con la producción de la naciente industria nacional. Las tasas de cambio sobrevaloradas permitieron la entrada de bienes de capital para consolidar a la industria nacional, así como las tasas de interés subvencionadas fomentar la inversión industrial. Un régimen fiscal que favoreciera al sector industrial nacional y restricciones o recortes en la inversión extranjera en la economía doméstica, incluyendo la nacionalización. Además, se apoyó la inversión estatal para romper los “cuellos de botella”, como la falta de infraestructura, educación, suministro de energía y otros bienes. Y finalmente, la formación de mercados regionales (LAFTA, CACM) para expandir el mercado regional y organizaciones de “commodities” (OPEC, UPEB, ITC) para aumentar los precios recibidos en el mercado internacional.
Esta estrategia fue muy exitosa en términos de crecimiento económico ya que en varios países el PIB creció a tasas entre seis y ocho por ciento por año entre los años cincuenta y ochenta. Aunque cuando se toma en cuenta el crecimiento poblacional los incrementos bajan, todavía fueron tasas aceptables. México, por ejemplo, creció a una tasa real de 3.1 por ciento per capita por año en este periodo.
Pero ¿cuál fue el efecto de estas políticas en los recursos naturales? Se pueden distinguir tres tendencias de esta fase a nivel regional. Primero, el énfasis en industrializarse provocó una demanda creciente por energía y la crisis energética de 1973 dio un empuje a la exploración y extracción de petróleo y gas en la región. Mientras que el intento fue satisfacer la demanda nacional por energía, también permitió aumentar la exportación de ciertos países. El efecto fue enorme en ciertas localidades –la explotación petrolera en Tabasco y Chiapas, México en los setenta, por ejemplo, convirtió a Villahermosa, originalmente un pequeño pueblo ribereño, en una ciudad portuaria de refinerías con más de un millón de personas (Dore, 2000: 17). Igualmente, esta crisis energética ayudó a fomentar el interés en la energía renovable, más notoria en Brasil, donde se expandió la capacidad hidroeléctrica instalada de 18,500 Gigawatts hasta 54,000 Gigawatts entre 1975 y 1985. Durante este proceso, surgieron las primeras inquietudes sobre los efectos ambientales de las represas (Ferradas, 1998). A finales del siglo veinte, Brasil tenía más de 600 represas produciendo 96.8 por ciento del poder de generación del país.
Segundo, el crecimiento industrial también creó una demanda nacional por otros recursos no renovables, como el cobre y el estaño; aunque los precios internacionales todavía han tenido una gran influencia en determinar sus niveles absolutos de producción. En el caso del estaño, por ejemplo, mientras que el desarrollo de minería a cielo abierto bajó los costos de producción considerablemente, las actividades del Consejo Internacional de Estaño a través del uso de cuotas de exportación y reservas estratégicas (“buffer stocks”) ha favorecido el alto nivel de los precios. Esta alza de precios ayudó a la empresa estatal de estaño de Bolivia (COMIBOL), uno de los productores con mayores costos de producción en el mundo, a evitar la bancarrota hasta los años ochenta.
Tercero, el favorecimiento del sector industrial en los planes de desarrollo también tiene un efecto en el sector agrícola, lo cual fue visto como una fuente de ingresos para fomentar el sector industrial (el caso de las agro-exportaciones) o como fuente de alimentos baratos para sostener la creciente fuerza de trabajo industrial/urbano. En Centroamérica, por ejemplo, se le da prioridad al crédito y a los incentivos dirigidos al sector agro-exportador tradicional, mientras que se introducen programas de reforma agraria (como en Honduras en 1962, 1972 y 1975) para aumentar la producción de granos básicos y reducir el número de campesinos sin tierra (Bulmer-Thomas, 1994; Thorpe, 2002). Ambas políticas tuvieron impacto en el uso de la tierra, tanto extensivo como intensivo.
La fase que corresponde a este segundo modelo llegó a su término debido a la crisis por la deuda durante los años ochenta. Esta crisis tuvo un origen interno para muchos países de la región ya que el endeudamiento resultó por un intento frustrado de avanzar en el proceso de desarrollo industrial frente a factores externos no favorables –como la recesión mundial y los aumentos en las tasas reales de interés. Aunque es cierto que los mercados internos se desarrollaron en esta fase, especialmente en los grandes países latinoamericanos como Brasil, México y Argentina, en realidad la región quedó muy abierta al comercio internacional. Igualmente, si comparamos la estructura de las exportaciones de América Latina en 1985 con la estructura de tres cuartos de siglo atrás, estos países dependen de la explotación de sus recursos naturales (incluyendo el suelo, con los cultivos) para conseguir buena parte de sus divisas (Tabla 3). Sin embargo, los aumentos en las exportaciones son más elevados en los países que empezaron a aprovechar sus depósitos de petróleo –como Ecuador, México, y Venezuela, países en donde este recurso llega a dominar su portafolio de exportaciones. Solamente Argentina y Brasil se han diversificado lo suficiente como para que los dos principales productos de exportación no contribuyan más del 30 por cierto al ingreso de divisas.

EL NUEVO MODELO ECONÓMICO

La tercera fase (el “nuevo modelo económico” o programa neo-liberal), entró en vigencia en Chile bajo el régimen de Pinochet en los setentas y, en la mayoría de los demás países de la región, en los ochentas – una década que fue denominada como la “década perdida” por parte de algunos observadores, dado que el crecimiento económico fue muy bajo o negativo. El nuevo modelo económico generalmente enfatiza el libre mercado y exhorta a los países a explotar sus ventajas comparativas en el mercado internacional. Este sistema se caracteriza, entre otras, por las siguientes medidas:
• Liberalización del comercio, en particular una reducción significativa en los aranceles, la derogación de otras barreras de comercio y la depreciación de la moneda nacional a su nivel ‘real’ – no sobrevalorado.
• Reformas fiscales, en particular una reducción del gasto público y un cambio en la fuente de ingresos estatales a través de la privatización (corto plazo) y reformas tributarias (ahora con más énfasis en impuestos sobre el consumo).
• Reformas al mercado de capitales, en particular la liberalización de las tasas de interés, reformas bancarias y la derogación de los controles de capital –lo que permitió atraer la inversión extranjera.
• Reformas laborales con el objetivo de facilitar la contracción y la desvinculación de la fuerza de trabajo.
• Privatizaciones para reducir el papel del Estado en la economía.
Es cierto que el nuevo modelo dio beneficios de crecimiento del PIB en los noventa, pero ¿cómo afectó los recursos naturales y el medio ambiente de la región? Aunque es difícil generalizar, este modelo impactó la utilización de los recursos naturales en Latinoamérica de tres maneras: a) se incentivó la producción de bienes mercadeables; b) se favoreció la exportación de productos no tradicionales y c) se cambió el derecho de la propiedad pública hacia la propiedad privada. Para argumentarlo, se presentan a continuación cuatro estudios de caso.

a) Se incentiva la producción de bienes mercadeables

Caso 1: Perú – Fujimori (1990-2000) y el sector minero. Con la elección de Alberto Fujimori en 1990 se instaló el modelo neo-liberal en Perú. El siguiente año su gobierno abrió la economía nacional -permitiendo a los inversionistas internacionales utilizar los mercados nacionales de crédito e invertir en todos los sectores, mientras que se derogaron las restricciones de remitir ganancias, dividendos y regalías al extranjero. El mismo año se ofrecieron paquetes de impuestos preferenciales (de estabilización) de diez o quince años para inversionistas internacionales –mientras se empezó el proceso de privatización. En 1996 se aprobó la Ley 26615 –la Ley Nacional de Catastro Minero– la cual agilizó el proceso para registrar solicitudes y permisos, revisó las leyes sobre la tenencia de la tierra y centralizó la administración de concesiones mineras (Bury, 2005: 222-223). Además, la exitosa campaña contra Sendero Luminoso también mejoró el ambiente inversionista en el sector rural.
¿Cuáles fueron los efectos de la política Fujimorista? En términos de la propiedad, se privatizaron más de 200 empresas del sector minero entre 1992 y 2000, generando más de US$1.2 mil millones para el gobierno –transfiriendo 95% del sector a manos privadas en el año 2000, comparado con el 55% en 1990. En términos del efecto en la inversión minera (solamente en 1992 se registraron más solicitudes o permisos que en todos los quince años anteriores) con el total de solicitudes y permisos subiendo a 22 millones de hectáreas en 2000 (4 millones de hectáreas en 1992), lo cual cubre 10% de toda la tierra en el país. En términos de la producción (como se muestra en la Tabla 4) tiene un efecto dramático en la producción de estaño (al momento que los precios internacionales disminuían), con incrementos importantes también en la producción de oro, cobre y zinc durante la década.

b) Se favorece la exportación de productos no tradicionales

Caso 2: Argentina -Menem (1989-1999) y el sector pesquero. Con la elección de Carlos Menem en 1989 se instaló el modelo neo-liberal en Argentina. La estabilidad económica impulsó la inversión en el sector, ayudado por (i) la decisión de permitir la importación de barcos pesqueros para la industria casi libre de impuestos, (ii) una nueva ley pesquera que agilizó el proceso de naturalizar buques del extranjero y (iii) un decreto ejecutivo de 1992 el cual permitió a empresas nacionales alquilar barcos con bandera extranjera. En 1993 el gobierno Menemista concluyó un acuerdo con la Comunidad Europea, la cual redujo en dos terceras partes el arancel para productos pesqueros argentinos a cambio de mayor acceso a las aguas argentinas por parte de las flotas europeas. Además, los altos precios internacionales de la merluza argentina también favorecieron el ambiente inversionista en el sector.
¿Cuáles fueron los efectos de la política Menemista? En términos del efecto en la inversión pesquera, entre 1991 y 1995 el número de buques pesqueros argentinos pasó de 263 a 371, mientras que el tonelaje bruto registrado de la flota casi se duplicó, de 129 mil toneladas hasta 213 mil toneladas.
En términos de la propiedad, los mayores beneficiarios fueron los nuevos inversionistas nacionales con barcos que contaban con procesamiento y enfriamiento, así como inversionistas internacionales de España, Japón, Corea y Taiwán, los cuales entraron en proyectos “joint-venture” asociados con sus contrapartes locales, mientras que varias empresas tradicionales enfrentaron la bancarrota. En términos de la producción, la explotación de la merluza argentina y el valor de las exportaciones pesqueras casi se duplicó entre 1990 y 1995 (Figura 1). Sin embargo, dio como resultado la sobreexplotación y, aunque se introdujo una nueva ley y cuotas para proteger esta pesquería, fue muy tarde y - hasta ahora- ni la producción ni las exportaciones pesqueras alcanzan los niveles de la década anterior. Además y, simultáneamente, se incentivó la producción de nuevos bienes comerciables. Por ejemplo, la diversificación en las exportaciones fue un punto clave en el crecimiento económico per capita entre 1980 y 2003 (Agosin, 2009: 128-130).

Caso 3: Honduras: neo-liberalismo y el sector camaronero. Aunque el nuevo modelo económico en Honduras data del gobierno de Rafael Callejas en 1990, el sector camaronero ya se había beneficiado desde antes por políticas verdaderamente neo-liberales. El Decreto 37 de 1984 introdujo el Régimen de Importación Temporal (RIT), el cual permitió que empresas desarrollando nuevos tipos de exportaciones (no tradicionales) pudieran importar bienes de capital libres de arancel y gastos administrativos, otorgando exenciones para pagar impuestos en las ganancias por un periodo de diez años.
Junto con la Iniciativa de la Cuenca del Caribe de los Estados Unidos, el cual permitió la entrada libre de impuestos de exportaciones no tradicionales al mercado norteamericano, se dio un fuerte empuje al desarrollo del sector. El Acuerdo 229 (1991), aprobado bajo el mandato del gobierno de Callejas, el Ministerio de Turismo y el DIGPESCA promovieron el alquiler de tierras de la costa del Pacífico a inversionistas por precios de US$1-5 (3-15 lempiras) por hectárea y, aunque el proceso concesionario fue más tradicional que neo-liberal, en el sentido que fue burocrático y costoso (involucrando 47 pasos y 5 agencias – tardando 14 meses y costando alrededor de US$2,500 por aplicación), esto no disuadió a las inversionistas (Stanley y Alduvin, 2000: 13-15).
¿Cuáles fueron los efectos de tales políticas? En términos del efecto en la inversión camaronera, la expansión desenfrenada del sector siguió hasta 1995, al punto que se otorgaron 25,100 hectáreas de concesiones poniendo alrededor de 34% de la costa del Pacífico bajo el control camaronero. En términos de la propiedad estas concesiones quedaron en manos de 88 empresas locales, es decir, un promedio de 285 hectáreas por empresa. En términos de la producción (Figura 2), ésta se duplicó entre 1990 y 1995, con el área de producción estabilizándose alrededor de 14,000 hectáreas.
El aumento en las exportaciones fue más notorio, creciendo más de cuatro veces durante la década de los noventa. Este aumento convierte al camarón en el tercer producto más importante de exportación del país, pero ha enfrentado fuertes preocupaciones sobre la destrucción de los manglares y la contaminación del agua (Stonich y Bailey, 2000: 23-25). De esta manera, el gobierno trató de manejar la expansión, exigiendo la realización de un estudio de impacto ambiental antes de entregar la concesión solicitada (1993), imponiendo una moratoria a la expansión del sector (1996), y designando casi 70,000 hectáreas de la costa sur como áreas protegidas (1999).

c) Se cambió el derecho de la propiedad pública hacia la propiedad privada

El nuevo modelo económico, a través de la privatización, ofrece oportunidades al sector privado a entrar en nuevas áreas de producción y distribución –los cuales pueden incidir en el uso y manejo de los recursos naturales. Además, se abre la puerta a la inversión extranjera en tales campos. Lo importante aquí es, primero, que los intereses y objetivos privados tal vez no son iguales a los intereses y objetivos públicos y segundo, los intereses y objetivos de inversionistas internacionales tal vez no son iguales a los intereses y objetivos de inversionistas nacionales. ¿Cómo puede esto afectar al manejo y uso de los recursos naturales? Para responder a esta pregunta se presenta el cuarto estudio de caso: Cochabamba, Bolivia.

Caso 4: Cochabamba, Bolivia y la guerra del agua. De acuerdo con Nickson y Vargas (2002) y Assies (2003), el servicio de agua potable había sido suministrado a la población de Cochabamba por la empresa municipal SEMAPA desde 1967. Sin embargo, su cobertura solamente llegaba al 57% de los residentes (mientras se pierde más del 50 por ciento del suministro por fugas en un sistema inadecuado de distribución) y con una demanda no satisfecha estimada en 39 por ciento, el racionamiento se volvió muy común en las temporadas secas Además, como consecuencia de las tomas ilegales (5-10 por ciento del suministro) y la falta de pago de facturas, SEMAPA tenía un déficit financiero de alrededor de US$30 millones. Para renovar el sistema nacional, el gobierno neo-liberal de Hugo Banzer aprobó la Ley 2029 (La Ley de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario) en 1999. Esta ley ofreció concesiones de 40 años de suministro de agua -bajo ciertas condiciones– a empresas estatales y privadas. La concesión-monopolio de Cochabamba fue ganado por una empresa internacional –Aguas del Tunari– y el contrato firmado entre la empresa y el Estado vio la compañía asumiendo la deuda de SEMAPA y prometiendo: i) reparar los tubos para reducir las pérdidas del liquido, ii) aumentar la cobertura hasta el 90 por ciento en 2004 (100 por ciento para 2034), y iii) participar en el proyecto MISICUNI –para resolver el problema de escasez de agua en el pueblo. Por su parte, la compañía aseguró el derecho de aumentar las tarifas cobradas hasta el 35 por ciento en 2000 y 20 por ciento más en 2002 - para cubrir estos gastos y también garantizar un retorno del 16 por ciento en el capital invertido a la empresa. Así, el 1o de enero de 2000, las tarifas aumentaron en un promedio de 35 por ciento. Sin embargo, como se implementó un nuevo sistema tarifario, para algunos consumidores (muchos de ellos de clase alta y con un alto consumo del líquido), el incremento ascendió entre 106 y 200 por ciento. Esto provocó manifestaciones en las calles y, frente a esta protesta social, el gobierno anunció una rebaja en las tarifas del 20 por ciento en febrero y después, en abril, la concesión fue revocada: Aguas de Tunari salió de Bolivia (Nickson y Vargas, 2002; Assies, 2003).
En resumen y generalizando estos cuatro estudios de caso, se puede señalar que, aunque el crecimiento económico fue restaurado (y algunos observadores sugieren que la pobreza también se redujo) bajo el régimen neo-liberal, esto fue acompañado con un creciente énfasis en el comercio internacional como herramienta de desarrollo. En Latinoamérica esto se tradujo en una creciente explotación de los recursos energéticos y minerales, mientras que la expansión de las exportaciones agrícolas pusieron más presión en el suelo y el agua para riego, así como un aumento en la deforestación. Aunque el nuevo modelo también puede ayudar a conservar los recursos naturales por medio de instrumentos como el precio como una señal de su escasez (como en el caso del agua en Bolivia), su éxito dependerá de que existan las instituciones, los reglamentos y algo crítico, la voluntad política (o ausencia de corrupción) para lograrlo.
Al comienzo del Nuevo Milenio, una combinación de factores – entre ellos “el efecto China”, los altos niveles de crecimiento económico a través del mundo, las tasas de interés bajas y un creciente interés por parte de inversionistas en “commodities” como el estaño, el petróleo y los alimentos, reforzó el crecimiento de exportaciones – y a través de eso – el crecimiento del PIB a lo largo de Latinoamérica, ejerciendo más presión sobre la explotación de suelos y la extracción de minerales. Entre octubre de 2001 y abril de 2007, el precio internacional del estaño y del zinc se cuadruplicaron, el precio del cobre aumentó cinco veces y el del níquel diez veces. Y bajo esta tendencia alcista de precios, comenzó la crisis global.

CONCLUSIÓN

La historia económica es una forma útil de analizar modelos de utilización de recursos naturales. Así, se han presentado las diferentes etapas de su uso en Latinoamérica, desde la época colonial hasta el presente. Un patrón que se ha repetido durante este lapso es la exportación como puntal del desarrollo regional, aún a pesar del modelo de sustitución de importaciones. Si durante la época colonial predominó la extracción de metales preciosos y productos tradicionales, más recientemente ha habido una diversificación (incluyendo las exportaciones no tradicionales), pero bajo el mismo principio de obtención de divisas.
Es claro que, entonces, una crisis financiera global, tendrá repercusiones fuertes por la disminución de la demanda. Aunque este efecto será temporal, es una buena oportunidad de reflexionar sobre estos modelos de desarrollo basados siempre mirando al exterior. Los recursos naturales pueden seguir siendo fuente de divisas pero promover el desarrollo de una industria de la transformación, sustentable, con tecnología propia y diversificada, para generar productos con valor agregado y con más opciones de consumo para los habitantes de la región, puede ayudar a sentar las bases para un crecimiento sostenido. Esto contrastaría con la extracción-exportación de materias primas, cuya renta económica si no se disipa por la sobre-explotación, se transfiere a terceros países, manteniendo la desigualdad y el deterioro ambiental, que hasta el momento ha sido generalizado en Latinoamérica